Desestacionalización aumentó 36% el consumo de vinos espumosos
Los vinos espumosos o espumantes —vino con gas disuelto y una doble fermentación que puede degustarse en los estilos blanco, rosado y tinto— eran típicamente elegido por los argentinos para acompañar momentos especiales y celebraciones.
Sin embargo, esta categoría avanzó en su consumo en hogares y bares como aperitivo, para acompañar comidas y como elemento clave en cócteles.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) de la República Argentina, de los más de 8 millones de hectolitros de vino que se comercializaron a nivel local en 2021, el 4,1% corresponde a vinos espumantes. Dentro de la categoría, los más elegidos son los espumantes secos (más del 50%), seguido por los espumantes dulces (cerca del 37%) y demi sec (casi el 9%). Si se comparan las ventas con el año anterior, se observa una recuperación cercana al 36%, un dato alentador para las compañías que conforman la categoría.
Más allá de su consumo en situaciones de celebraciones, el espumante gana nuevos terrenos. “Ya no sólo se toma en celebraciones típicas como casamientos y fiestas de fin de año, sino que existen nuevas situaciones en las que podemos disfrutar de esta bebida. Estamos convencidos de que las pequeñas cosas también deben celebrarse, por eso con Mumm acercamos al mercado una alternativa a la medida de estas nuevas tendencias de consumo”, dijo Adriel Labbé, Director de Marketing en Pernod Ricard Cono Sur, compañía líder del rubro de bebidas alcohólicas que comercializa en el país la marca Mumm.