José Maciel: “quiero compartir herramientas con el mundo cervecero de Santa Fe”

José Maciel hizo su carrera profesional en las dos cervecerías más antiguas de la región. Un repaso por su vasta trayectoria marcada por sus aprendizajes y aportes a cada eslabón de la industria cervecera.

Por Johanna Cecotti, especial para PulsoCervecero.com

Una vida dedicada a trabajar y compartir cultura cervecera. Con un liso en la mano desde la mesa de un bar de Santa Fe, José Maciel se abre para contar su historia.

Ingeniero químico de 70 años, este santafesino llegó hace 40 a la industria cervecera para no irse nunca más.

Después de liderar con amigos durante seis años una empresa dedicada a la fabricación de circuitos hidráulicos y neumáticos, y de volver a la universidad para terminar su carrera de Ingeniero Químico, un mundo nuevo se le abrió cuando empezó a trabajar en la cervecería San Carlos en 1983.

Luego, desde 1995, José seguiría su camino en Cerveza Santa Fe hasta su retiro en 2019. Hoy trabaja en nuevos proyectos, en los que la cerveza es protagonista.

Pasión de principio a fin

«No sé cómo caí, en paracaídas», cuenta José Maciel sobre su ingreso a la cervecería San Carlos en 1983.

La fábrica fundada en 1884 hacía meses que había vuelto a abrir sus puertas gracias al empuje de la comunidad, después de un parate de varios años.

Aprender a trabajar en una empresa zafrera, con empleados temporarios en temporada alta para honrar los compromisos de venta asumidos meses anteriores. Reparar máquinas con recursos escasos. Rediseñar el circuito de producción para mejorar la calidad del producto. Todos desafíos que José sorteó con profesionalismo y en equipo.

Sus experiencias en la cervecería que cerró sus puertas definitivamente en 2010 se cuentan por miles, pero él resume sus 12 años de trabajo asegurando que «si se quiere, se puede”.

José brinda argumentos para explicar su afirmación: “Porque así fue como los sancarlinos en 1884 hicieron una cervecería cuando no había comunicación, no había agua en abundancia y había una sola mano de ruta para llegar. Los empleados reparaban las máquinas de la nada, y con los elementos que tenían, ¡extraordinario!», recuerda.

En San Carlos fue Jefe de Producción, después Jefe de Control de Calidad, y Gerente deProducción de la planta. La pasión es lo que perdura desde ese tiempo y sigue intacto. «Toda la pasión contagiada por toda la gente de San Carlos, me sirvió para estar en cervecería Santa Fe y continuar con este camino maravilloso. La verdad es que el pasaje por una industria cervecera es apasionante porque tiene miles de años de historia y uno es un granito de arena. No te la tenés que creer», define.

De Babilonia a Otto Schneider: la calidad como estandarte

Las primeras evidencias escritas sobre la elaboración de cerveza fueron encontradas en Mesopotamia, donde varios registros sumerios la mencionan, entre ellos el Código de Hammurabi, que decretaba castigo de muerte a quien vendiera cerveza diluida en el año 1750 AC.

Este código contiene 282 leyes escritas por escribas en doce tabletas. A diferencia de leyes anteriores, en este código están escritas en acadio, el idioma diario en Babilonia, para que pudiera ser leído por cualquier persona alfabetizada.

José hace mención a este código para resaltar a la calidad en la cerveza como un tema de importancia milenaria.

«Otro ejemplo que tomé fue el de Otto Schneider. ¿Qué crees que es el liso? Es el último paso de calidad antes de que lo tomes. Es mirar si está limpio el vaso, si tiene la espuma que tiene que tener, si es transparente… si lo están tirando bien. Eso es Otto Schneider desde 1930. Él marca el camino», asegura José y reivindica la figura del alemán que en Santa Fe sentó las bases de la industria cervecera.

Su paso por CCU a lo largo de 24 años fue clave para trabajar en la calidad del producto de forma obsesiva.

“CCU fue por varios años la única cervecería en el mundo que envasaba Heineken a un metro de Budweiser”. Y suma: “Cerveza Santa Fe tiene también los estándares más exigentes. Empezamos a entrar en el mundo de la competitividad”.

Jefe de Producción y Gerente de Operaciones fueron dos cargos que José Maciel ocupó en la planta de Santa Fe.

“Estandarizamos procesos, empezamos a capacitar a la gente para que conozcan cada vez más. Todos empezamos a tomar decisiones en nuestros puestos de trabajo. Todo tiene que apuntar a la excelencia y a la sustentabilidad”, afirma.

También fue Subgerente de Logística: pasó de asegurar la calidad cervecera en la fábrica a diseñar el transporte de larga distancia, y la distribución en Santa Fe, Córdoba, Rosario y Capital Federal. “Empieza otra mirada, ver a la cervecería de afuera para adentro cuando siempre la había visto de adentro hacia afuera. Toda la pasión que le ponés se pierde cuando el último eslabón deja la cerveza a la intemperie, expuesta al sol, a la lluvia, al polvillo. Así empezamos en equipo, a hacer auditorías en los puntos de venta”.

Después de haber pasado por las áreas de producción, de logística y de gerencia de operaciones, llega a la Gerencia de Gestión Corporativa con el objetivo de asegurar la calidad en todo el proceso. De esa experiencia, rescata “el trabajo con la gente y de la gente, capacitando

y formando al hombre CCU en las tres plantas, Santa Fe, Salta y Luján, cada lugar con su idiosincrasia, y a partir de ejes como la calidad, la seguridad y el ambiente”, repasa.

Casi un cuarto de siglo en CCU vivió José Maciel. Para él “fue una experiencia muy rica porque es un aprendizaje constante de la mano de empresas internacionales. Se tiene que trabajar mucho en equipos en busca de la mejora continua para ofrecer productos de excelencia. También, viajando se te ensancha la cabeza”.

Compartir experiencias hacia la excelencia

Retirado de su trabajo en CCU desde hace unos cinco años, José Maciel siempre está listo para nuevos desafíos. «Quiero compartir herramientas con el mundo cervecero de Santa Fe, que durante años de experiencia adquirí en distintas áreas de la industria cervecera», adelanta.

Para el experto en calidad «la pasión y el involucramiento de Santa Fe con la cerveza tiene muchos años». Por eso, cree que «hay que volver a retomar esa pasión en toda la cadena. Estará en toda, pero hay que volver a canalizarla y que tanto para los foráneos como para los locales, la ocasión de tomar y disfrutar un liso sea algo maravilloso».

José afirma que lo logrado en Santa Fe es enorme y que el potencial por descubrir y explorar es aún mayor. «Santa Fe tiene que ser reconocido como un polo cervecero de calidad por toda su gente, por la calidad de todos los que trabajan. Le meten mucha pasión para que llegue esa pasión al cliente».

«Santa Fe tiene profesionales que tienen que ser vectores en el cuidado de la cerveza, en el cuidado del ambiente, en el cuidado de la seguridad. Tenemos que demostrar cada día que en Santa Fe somos los mejores», define a modo de conclusión.

¿Qué significa la cerveza para José Maciel? Mientras piensa la respuesta, sus ojos se le iluminan y se le ponen vidriosos de emoción. “Para mí la cerveza no es un producto, es parte de mi vida. Cuando pido una cerveza no estoy pidiendo una gaseosa o un agua, te estoy pidiendo 6000 años de historia. Por 40 años he estado en el minuto a minuto y en la hora a hora de su producción”.

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