Córdoba: 37% de los consumidores de cerveza prefieren las artesanales, según estudio
La cátedra de Inteligencia Comercial de la Universidad Blas Pascal (UBP) realizó una investigación del mercado de consumo de cerveza en Córdoba. El relevamiento, recogido por el diario La Voz Del Interior, arroja que el 80 por ciento de los cordobeses toma de manera social y habitual alguna bebida alcohólica.
Dentro de ese grupo mayoritario, el 85 por ciento toma cervezas, y entre éstos, el 37 por ciento prefiere las artesanales; el 32 las industriales; y para el 31 por ciento restante la elección es indistinta.
La docente de la cátedra, Alejandra Garbino, explicó que en la investigación «Pudimos identificar tres perfiles de tomadores de cervezas artesanales en Córdoba. Por un lado, los que dimos en llamar ‘sibaritas expertos’, aquellos que prefieren las artesanales por sobre cualquier otra cerveza; los ‘sibaritas aficionados’, que les gusta tomar este tipo de cervezas, pero lo hacen de manera esporádica y no conocen mucho del tema; y los ‘rústicos’, que habiendo probado alguna vez una cerveza artesanal, siguen prefiriendo las marcas industriales»
Los «sibaritas expertos» fueron caracterizados como los tomadores gourmet de cervezas en Córdoba. Se trata básicamente de varones adultos, de entre 30 y 45 años, y de un nivel socioeconómico medio-alto. «Son consumidores que también valoran el contexto en el que toman la cerveza, destacando el lugar, la música y la compañía», expresa Garbino. Por lo general, prefieren las cervezas rojas.
Los tomadores del segundo grupo, los «sibaritas aficionados», están conformados por varones y mujeres, un poco más jóvenes, de entre 25 y 35 años, y de un nivel socioeconómico medio. Muchos de ellos son estudiantes universitarios, y consumen tanto cervezas artesanales como industriales. «Valoran una cerveza artesanal cuando salen y se juntan con amigos, pero no rechazan las marcas más tradicionales de cervezas industriales», apuntó Garbino.
Por último, los consumidores «rústicos» prefieren explícitamente la cerveza industrial por sobre la artesanal. De hecho, se declaran incapaces de distinguir a ciencia cierta entre una y otra. Suelen ser tomadores de niveles socioeconómicos medios-bajos, y son por lo general jóvenes de 18 a 25 años que no están dispuestos (o no pueden) a pagar de más por una botella de cerveza.