Banco Social de Latas anuncia con éxito sus primeros pesajes

A cuatro meses del lanzamiento de la versión 2023, que este año cuenta con participaciones también en Iquique, Biobío y La Araucanía, ya se han recolectado más de ocho toneladas de envases de aluminio y se han sumado más de 650 establecimientos.

Auspiciosas han sido las últimas semanas para el Banco Social de Latas, ya que de acuerdo a los primeros pesajes realizados, todo indica que se lograrán cumplir las metas propuestas y superar los hitos marcados el año pasado. Creado con el objetivo de promover la educación ambiental, movilizar a la ciudadanía y así fomentar las tasas de reciclaje de aluminio y la economía circular, esta es la primera vez que esta campaña triple impacto sale de Santiago y llega a regiones.

De esta manera, el Banco Social de Latas (proyecto impulsado por una alianza entre Kyklos, Metalum y Ball Corporation) ya tiene presencia en Iquique, Biobío y La Araucanía, extensión que ha valido la pena según los últimos registros de acumulación de envases de aluminio. A la fecha ya se han sumado más de ocho toneladas en todas las regiones participantes, lo que permite proyectar que se podrían doblar las 10 toneladas finales del año pasado. En cuanto a participaciones, también se ha superado el registro anterior, con 650 establecimientos inscritos (comparados con los 500 de 2022), impactando a casi 480 mil  estudiantes a nivel nacional.

Estevão Braga, director de sostenibilidad de Ball, comenta la importancia de asociarse a iniciativas como esta: “Somos una empresa que trabaja con el envase más sostenible de la cadena de bebidas. Pero lo que somos es la certeza de que juntos siempre podemos hacer más, y que trabajando con nuestra cabeza y corazón podemos mejorar la vida de otras personas. Así, la idea de ser parte de la tercera edición del Banco Social de Latas tiene que ver 100% con lo anterior. Con seguir apoyando el reciclaje del aluminio en Chile para un bien mayor (entregar espacios de juego y paisajes de aprendizaje a escuelas de alta vulnerabilidad) y demostrar que la sustentabilidad también puede ser social.”

El Banco Social de Latas beneficia directamente a las comunidades educativas, ya que los jardines y colegios que participan pueden canjear premios en infraestructura y equipamiento educativo. Además reciben un programa de educación ambiental con actividades lúdicas diferenciadas por nivel que trabajan los Indicadores de Desarrollo Personal y Social (IDPS) a través de desafíos. Esto apoya a los establecimientos en su planificación curricular y aporta evidencias a quienes están trabajando en su certificación SNCAE.

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